Ya que el público objetivo de este singular vehículo eléctrico son los jóvenes, se han ido su lugar natural de trabajo, la biblioteca. Sin molestar por no emitir sonido al moverse, pero sorprendiendo a los incrédulos estudiantes, se cuela entre las mesas y estanterias un coche como el que no quiere la cosa.
Personalmente me he subido en uno y no acabo de comprender bien el concepto, no es una moto pero tiene parte de sus desventajas, como son el frío y el calor exterior, suponiendo que no se moje uno en un atasco cuando llueve bien. Y para ser una especie de moto, tiene las desventajas de un coche, aunque si que es más fácil de aparcar por sus limitadas dimensiones.
En cuanto al interior no es que me entusiasme la calidad que se aprecia, demasiado plástico por todos lados con la sensación de que aspira a una calidad superior sin llegar.
Para ver como se mueve, nada mejor que uno de mis probadores favoritos, Chris Harris:
Volante de Rally 